Chenin
Blanc
Uva favorita de
Anjou, Francia. La Chenin Blanc es una variedad naturalmente acida y de lento
madurar, pero que brinda vinos dulces y finos. Están los de mesa, los
espumosos, otros fuertes semi-secos y los soberbios licorosos; todos doradas bebidas,
que bien elaboradas, son placer de paladares exquisitos y exigentes.
Conocida en
Francia también como Pineau, Pineau de la Loire o Pineau d’Anjou, la Chenin
Blanc se cultiva desde el siglo IX. Las primeras cepas descritas aparecen en
documentos encontrados cerca a la abadía de Gfeul, a la orilla izquierda del
Loira (Francia).
En el siglo XV,
su cultivo se extendió rio arriba hasta el Mont Chenin (de ahí el origen del
actual nombre), tierras del Señor de Chanonceaux y de su cuñado, el Abad de
Cornery. La variedad también se dirigió a la región de Touraine, en donde se
hizo presente desde comienzos del siglo XVI,
Por su brotación
temprana, la Chenin Blanc está expuesta a heladas primaverales. Cuando le falta
el sol puede alcanzar una acidez excesiva, la misma que afecta negativamente a
los vinos jóvenes, pero que puede sostener el vino, proporcionándole
longevidad.
En Anjou, el rio
Layon desemboca en el Loira, creando fuertes pendientes secas y amplias, muy
expuestas al sol, en donde esta uva blanca madura casi a la perfección. Los
viticultores eligen para su cultivo suelos calcáreos y terrenos yesosos que
inciden en los aromas y sabores del vino.
Su cultivo
estuvo limitado a las orillas del Loira hasta la última mitad del siglo XX.
Luego se expandió a nuevas regiones vinícolas, como California, Nueva Zelanda,
Australia, Sudáfrica y más recientemente en Venezuela. En Sudáfrica se
descubrió en 1965 que la cepa que conocían como Steen era en realidad la Chenin
Blanc.
Salvo algunas
excepciones, la Chenin Blanc no responde a su patrón varietal fuera de Francia.
En California, por ejemplo, aunque su cultivo es más extenso, da vinos jóvenes,
suaves, pero carentes de la conocida frutosidad y faltos de acidez.El clima de Nueva Zelanda es el más apropiado para esta uva, sobre todo si se intenta conseguir buenos niveles de acidez. La gama de sabores que se pueden encontrar en los vinos elaborados en base a esta cepa son nuez, mazapán, albaricoque, durazno, miel y manzana.
Esta variedad combina bien con platos de acidez algo marcada, los mariscos son buenos acompañantes y pescados de sabores medios.
Nos toca salir de casería en los diferentes bodegones de la ciudad, y en algunas ocasiones podremos encontrar una muestra de esta rica variedad, que sin duda refrescara nuestros sentidos.
Hasta una
próxima entrega!
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