sábado, 10 de mayo de 2014

Visitando el Alambique Samanaú, 21-Diciembre-2013

Eran las 13:30 cuando llegamos al Alambique Samanaú en las inmediaciones de la ciudad de Caico, estado de “Rio Grande do Norte” al noreste de Brasil y nos recibe Luiz Nery, el Maestro “Alambiquero” de la destilería. Una persona sencilla con conocimientos solidos sobre la fabricación de la Cachaca Samanaú, un producto que aun siendo relativamente nuevo en el mercado, ya tiene renombre internacional con una medalla de bronce en 2012 en la renombrada competencia internacional “New York Spirits Competition” (http://nyispiritscompetition.com/2012/11/new-york-international-spirits-competition-2012-results/). La Cachaça es un producto exclusivo de Brasil pero compite en la categoría de rones agrícolas con sus equivalentes de otros países principalmente del Caribe. Gran parte de los rones del Caribe son fabricados de la melaza de la caña y  la Cachaca (como también los Rones Agrícolas), son fabricados del jugo de la caña de azúcar.

Durante nuestra visita, nos acompañó mi hermano Alberto Medeiros, mi sobrino Felipe Augusto, el “Mestre Alambiquero” Luiz Nery y mi persona. Comenzamos la visita en la sala de molienda, (Engenho en Portugués) en donde Luiz nos comentó que en un pasado la tecnología que empleaban, solamente podían sacar el 60% del jugo de la caña, dejando una buena parte del bagazo de la caña con el 40% del jugo. Con la implementación de nuevos equipos, hoy día se puede recuperar hasta un 90% del jugo. Después de la molienda, el jugo recibe su primer filtrado con mallas medianas y con la utilización de un tubo de acero inoxidable, el mismo es transportado por gravedad, hasta la sala de fermentación. El jugo de la caña utilizado en Samanaú, proviene de áreas exclusivas de la región y el nivel de Sacarosa es muy alto con un promedio de 22 Brix. Para bajar el nivel de Sacarosa a 15 Brix, agua destilada es añadida antes de empezar el proceso de fermentación en donde levaduras naturales son utilizadas para tal fin. En el local, 12 tanques de acero inoxidable son utilizados para fermentar el jugo. Una vez fermentado, el mosto tiene un promedio de 11% de Alcohol. Después de terminado el proceso de fermentación inicial en donde las levaduras transforman el azúcar en alcohol, ese alcohol es transferido para la sala de destilación. En el caso de la destilería Samanaú, hay dos alambiques, dos pre calentadores y dos enfriadores. El alcohol a 11% entra en los alambiques, pasa por los pre-calentadores y finalmente es enfriado en los enfriadores antes de llegar al tanque de selección en donde utilizando un densímetro especial, la densidad del producto es medida. Es en ese momento que la cabeza, el corazón y la cola del producto son identificados y seleccionados. En el “Alambique Samanaú  La Cabeza y la Cola son desechados y solamente el Corazón es utilizado para fabricar una “Cachaça” de excelente calidad. Luiz Nery nos comenta en ese momento que de un total de 1000 litros de Alcohol a 11% que entra al alambique, apenas 120 litros son recolectados como Corazón y lo demás es cabeza y cola que son desechados. En un solo ciclo, el  producto llega al tanque de selección a un promedio de 80 grados de alcohol pero el corazón tiene entre 50 a 60 grados de alcohol. En Samanaú, las calderas del Alambique son prendidas y la temperatura es controlada a 90 grados centígrados, los productos más volátiles suben por las paredes del alambique (Pot Still) y decantan por el cuello del mismo pasando al tanque de pre-calentamiento que es un tanque que no trae serpentina interna para que los cambios de temperatura sean menos bruscos; desde el tanque de pre-calentamiento, el producto entra al tanque de enfriamiento y en ese sí, hay un conducto en forma de serpentina para que el enfriamiento sea más brusco enfriando el producto rápidamente con un shock térmico. Luiz menciona que uno de los trucos para conseguir una buena Cachaça es realizar un buen shock térmico como también una baja velocidad de flujo durante el proceso de más o menos 1 litro/minuto; cuanto más frío está el producto final, mejor la calidad de la Cachaça. Una vez que el corazón es seleccionado en la sala de destilación, el mismo está listo para enviarlo a la sala de envejecimiento.
El producto llega a la sala de envejecimiento con un nivel de alcohol de 50 a 60 grados y es diluido con agua destilada a unos 38 grados en donde se empieza el envejecimiento del producto en tanques de madera. Dependiendo del tipo de producto que se busca obtener (Cachaça Ouro o Cachaça Prata), diferentes tipos de tanques de madera son utilizados. En la práctica, 8000 litros del producto son colocados en tanques de madera de 10000 litros y 2000 litros de agua destilada es añadida. Un remontaje se realiza a cada 15 o 20 días para oxigenar el producto. El remontaje es el proceso de bombear el producto desde abajo del tanque para su tope utilizando una bomba y manguera. Para la Cachaça Prata, la madera utilizada es la “Frejo” y “Jequitiba” que son maderas autóctonas encontradas en Brasil. Es muy interesante ese proceso pues esos dos tipos de madera no aportan un color muy visible a la Cachaça El producto final es transparente pero de buena textura y calidad en nariz y en boca. Para la Samanaú Ouro, la madera inicial utilizada es la “Louro Canela”, la “Castanheira” y la “Cumare’”, esas maderas también son autóctonas del país.  Para la Samanaú Ouro, también se utilizan barricas de roble americano de primer uso proveniente del Bourbon Americano. Esa madera aporta un color más oscuro al producto como también notas tostadas y de coco entre otras. En el “Sitio Samanaú” los productos tienen certificación orgánica controlado por auditorias gubernamentales. Colorantes no son utilizados durante el proceso de fabricación.
Finalmente el producto llega a la sala de embotellamiento en donde se utiliza una última etapa de triple filtrado antes de embotellar. Las botellas son llenadas y antes de etiquetarlas, pasan por un proceso de control de calidad visual en donde se utiliza una luz blanca para detectar posibles anomalías en la Cachaça. Una vez etiquetadas, las botellas son almacenadas en cajas de 12 unidades en donde quedan listas para su distribución.

Llegamos al final de esta edición. En mis casi 20 años afuera de mi país y de mi querida Caico que me vio nacer, fue un gran honor poder conocer mas de cerca el proceso de la fabricación de esa bebida emblemática de Brasil. Mis más sinceros agradecimientos a Vidalvo Costa quien es el propietario de Samanau, por abrirnos las puertas de la destileria para nuestra entrevista, como también a Luiz Nery el maestro alambiquero que nos explicó sin esconder detalles, todo el proceso de la fabricación del producto más consumido en Brasil. Nuestra Cachaça.
Por: Adilson Medeiros Candido. Especialista en Catas de Vinos y Bebidas Espirituosas. Certificado por WSET como tambien por The Scoth Whisky Experience y la escuela The Glenlivet Whisky School.


miércoles, 7 de mayo de 2014

Tannat, Emblema Uruguayo


Si los españoles tienen la Tempranillo, los argentinos la Malbec y los Chilenos la Cabernet Sauvignon (aunque ellos prefieran convencer al mundo de que es el Carmenere), los uruguayos tienen la Tannat, cepa que como las dos últimas también es de origen francés.

Adaptada increíblemente al suelo de la esta nación oriental, ha sido la causante de que la incipiente industria vitivinícola de Uruguay se haya tecnificado notablemente en los últimos años y ampliado su mercado de exportación.

A finales del siglo diecinueve, el Uruguay “pastoril” iba quedándose atrás dando paso al moderno, bajo el impacto de las corrientes inmigratorias.

El vasco-francés Pascual Harriague toco suelo uruguayo en 1838 y más tarde en 1860, trayendo las primeras cepas Tannat. Pero el éxito en la implantación de esta variedad no llego sino hasta 1874, cuando su viñedo tenia doscientas cuadras y sus bodegas albergaban el esperado vino bautizado “Harriague”, que se impuso con verdadera afición entre los uruguayos.

Los Tannat uruguayos son de color oscuro fuerte, casi negro y de gran cuerpo. En boca tienen un sedoso ataque inicial y un final abundante largo y bien seco. Los caracteriza también el notable balance entre la acidez y la fruta, que los hace ideales para acompañar carnes rojas.

Desde el punto de vista tecnológico son vinos que alcanzan un alto grado de perfeccionamiento enológico, con muy buena estructura y color y buen equilibrio de sabores. Desde el punto de vista del consumo inteligente, se resalta su poder antioxidante, dos veces mayor que el jugo de naranja fresco según estudios.

Es un vino con estilo propio y perfil sensorial particular, intenso y potente. Como la Malbec en Argentina, la Tannat ha tomado más importancia que en su propia tierra de origen. Si no, obsérvense las cifras, pues la superficie cultivada con esta vid es mayor a la superficie cultivada en su tierra natal. Además, un tercio de los cultivos en Uruguay pertenecen a esta variedad, con nueve mil hectáreas de superficie cultivadas y más de 300 bodegas, concentrándose el 60% de la producción en el departamento de Canelones, al sur del país.

Favorece el cultivo su ubicación geográfica entre los paralelos 30° y 35° de latitud sur, similar a la de Chile, Argentina y Nueva Zelanda. Como a estas regiones, también le afecta la amplitud térmica influenciada por la cercanía al océano Atlántico, el cual aporta corrientes de aire frio que inciden en la maduración de la uva. 
Por eso, los vinos uruguayos tienen uno tenor alcohólico bajo, que no supera los 12.0 grados de volumen/alcohol, siendo común encontrar vinos entre 10.5 y 11 grados.

Algunas de las principales bodegas uruguayas son Santa Rosa, Juanico, Los Cerros de San Juan, De Lucca, Calvinor y Montes Toscanini.

Hasta una próxima entrega!