martes, 7 de mayo de 2013

Las Bondades del Vino



El alcohol tiene una acción fisiológica sobre la sangre y sobre las arterias que, según la bebida y las cantidades, puede resultar beneficioso o perjudicial para la salud.

En general, un consumo moderado de cualquier bebida alcohólica resulta positivo para el organismo ya que provoca un sensible descenso del colesterol malo y un incremento del colesterol bueno.
Además, favorece la correcta coagulación y disminuye el almacenamiento de lípidos nocivos en las paredes de las arterias en las horas posteriores a una ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas.
No obstante, a principios de los años 80, el Doctor Serge Renaud demostró que es el vino (tinto, sobre todo) el que ofrece la mayor protección cardiovascular. Y más tarde, sucesivos estudios corroboraron estos datos, indicando una menor eficacia de la cerveza y de los espirituosos. Las causas hay que encontrarlas en los altos contenidos polifenólicos del vino tinto, responsables, entre otras cosas, de la prevención de infartos, cáncer y muertes prematuras.
Componentes del vino y sus efectos benéficos:
Alcohol (etanol): Disminuye el llamado "colesterol malo" y aumenta los niveles de "colesterol bueno". Aumenta la sensibilidad de las células a la insulina, disminuyendo los factores de riesgo coronario. Limita el almacenamiento de lípidos nocivos en las arterias, favoreciendo el fluido de la sangre. Aumenta el diámetro de las arterias coronarias y minimiza el riesgo de isquemia cardíaca (paro circulatorio).
Salicilatos: Inhiben la adición plaquetaria y tiene un efecto protector contra la vasoconstricción que estrecha el calibre arterial.
Polifenoles (flavoniodes, antocianos, flavonoles, reveratroles y ácidos fenólicos): Multiplican la resistencia capilar, reduciendo el riesgo hemorrágico. Refuerzan la solidez del colágeno, previniendo el riesgo de ateroma. Tienen gran poder antioxidante, combatiendo los radicales libres y retardando el envejecimiento de las células. Inhiben la adición plaquetaria.
Fibras solubles (pectinas y gomas): Aumentan la presencia de los polifenoles en la sangre. Disminuyen la absorción intestinal de las grasas saturadas. Disminuyen el hiperinsulinismo y la insulinoresistencia.
Glicerol: Disminuye las lesiones de los músculos de las arterias y favorece la dilatación de las mismas, limitando los riesgos de trombosis.

Es importante recordar que todos los excesos son perjudiciales. El vino no será la excepción a esta regla, así que los invito a disfrutarlos con moderación. De esta manera estaremos aportando a nuestro cuerpo los requerimientos mínimos necesarios sin caer en desproporciones.
Hasta una próxima entrega!

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